VIVIENDO SEMANA SANTA EN MIGUEL PRO

Jornada de Reconciliación

El equipo pastoral del colegio organizó la jornada de reconciliación que se llevó a cabo el día viernes 3 de abril. La hora propuesta fue las 6:00 p.m. Ya reunidos, todos los alumnos de 6to grado de primaria y el nivel secundario, participarían de la jornada. El orden fue un “pequeño” problema, pero gracias a los tutores se pudo organizar a los alumnos adecuadamente. Empezamos la actividad con el encendido de los faros, que días antes nos indicaron que debíamos fabricarlos; luego de encenderlo, proyectaron unas bellas diapositivas que a muchos nos hicieron reflexionar a fondo sobre la presencia de Jesús es nuestras vidas. La parte más emotiva fue cuando nos pusimos de pie para llevar el faro a la gran cruz de madera que se encontraba en medio de todo el alumnado; luego de ello, se inicio el acto de confesión. Varios grupos formaron largas filas para acercarnos al confesionario y darle a hablarle al padre de nuestros errores o pecados. Con ello finalizó de toda la jornada. Antes de irnos nos dijeron que debíamos estar en el colegio a las 3:00 a.m. para comenzar la segunda parte de nuestra preparación antes de Semana Santa.

Caminata al cerro

Era aún de madrugada y hacía mucho frío, pero eso no sería obstáculo para concretar la preparación que debíamos recibir, días previos a la Semana Santa. Muchos llegaron cerca de 2:53am. En mi caso fue así, me llevé una gran sorpresa porque había una cantidad considerable de alumnos esperando que se abrieran las puertas del colegio. Cuado los profesores empezaron a llegar el portero abrió y empezamos a organizarnos para dar lugar a la segunda actividad.
Con la indicación de la profesora Ana María Rodríguez, nos dirigimos al anfiteatro para poder presenciar la primera estación que fue representada por nuestros compañeros de 4to año de secundaria. Al culminar la dramatización comenzaría el gran reto que sería caminar hasta la cima del cerro que quedaba lejísimos del colegio. El primer obstáculo fue la oscuridad que nos rodeaba, pero gracias a los compañeros que portaban sus linternas fue más sencillo caminar entre las piedras y el polvo; luego de caminar 36 minutos, paramos para ver la segunda estación del Vía Crucis. Después de terminar la representación seguimos adelante para terminar la peregrinación. Recorrimos muchos metros, cuando llegamos a las chacras tuvimos que rodearlas, el camino estaba rodeado de plantas, aunque por la oscuridad algunos no lo notaron.

Eran las 5:49 a.m. y los primeros rayos de sol cayeron sobre nosotros, esto nos concedió mejor visión para culminar nuestro recorrido. Luego de caminar durante aproximadamente 2 horas, presenciamos la penúltima representación teatral a cargo de los compañeros de 6to grado de primaria, esto se hizo en las falda del enorme cerro que debíamos subir; terminada la dramatización nosotros no lo pensábamos dos veces y comenzamos a subir el cerro, la disputa por ver quien llegaba primero a la punta fue la prioridad de algunos, otros iban lento para no cansarse, me incluyo en ese grupo.
Una vez que todos los asistentes llegaron a la meta propuesta se dio inicio a la última representación teatral a cargo de la promoción “San Ignacio de Loyola” que representó el momento en el que Jesús fue llevado al sepulcro; al finalizar, el profesor Carlos dio la indicación para recargar energía con el refrigerio que llevábamos. Luego se dio la señal para bajar; esa parte me gustó porque no fue tan cansado como subir, algunos cayeron al bajar, otros se cayeron a propósito, mientras que otros iniciaban las bromas que acompañarían nuestro grato retorno al colegio.

Ya abajo proseguimos una caminata, pero esta vez para llegar al colegio y después a nuestros hogares. Fue un poco más agotador que la ida al cerro porque el sol hacía que nos cansáramos más rápido, pero lo logramos.

Cuado llegamos a nuestra I.E. los profesores nos despidieron, felicitándonos por nuestra participación

Quienes asistimos tendremos siempre en mente esta actividad. Nunca olvidaremos los momentos de reflexión junto a todos los compañeros y profesores. Jesús está siempre con nosotros.

Por: Leonardo Colque